El poder es aritmético o no es nada. El tamaño, que a veces contamos en centímetros, importa. Las cifras sirven para contabilizar el dominio de personas, lugares y cosas. En números medimos los presupuestos, que es el alpiste general que administra el poder, y de los números dependen las victorias y los fracasos electorales. Estos días hemos tenido ración doble de dígitos: presupuestos y el arranque de la campaña del 20-D.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.