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Política

Los creyentes de Perpiñán

carlosmarmol · 7 marzo, 2020 · Deja un comentario

Nietzsche decía que un hombre cualquiera se convierte en creyente cuando necesita, requiere, desea y ambiciona que otro le dicte órdenes. Los dogmáticos, desde el origen de los tiempos, han demostrado ser fieles ejecutores de los deseos ajenos, básicamente porque la mayor parte de las instrucciones que reciben a diario se corresponden con una exactitud casi matemática a sus anhelos íntimos. El inicio de la campaña electoral en Cataluña –cuya fecha oficial todavía es un incógnita– empezó de facto este mismo sábado en Perpiñán, que es una ciudad francesa famosa durante el tardofranquismo por las salas de películas porno y los casinos. Para los devotos del napoleoncito de Waterloo, sin embargo, la urbe gala es un santuario: está enclavada en ese espacio imaginario, igual que Macondo (García Márquez) o Santa María (Juan Carlos Onetti), de la Cataluña Norte, creado –en el mundo de la ficción como patología política– por Alfons Miàs, viejo devoto del hecho diferencial del Rosellón que, al parecer, es cosa harto notable. Igual que la república amarilla, la Catalunya Nord no existe salvo en la imaginación de las 100.000 almas cándidas que este fin de semana acudieron, después de tomar churros, y con una fe poderosa y capaz de mover montañas, juntos como un sol poble, a la romería de Pentecostés organizada por Puigdemont y sus Fugados Reunidos.

Los Aguafuertes en Crónica Global.

La patria es una bolita

carlosmarmol · 29 febrero, 2020 · Deja un comentario

La turra amenazaba con ser de categoría. Y, en efecto, así fue. La fiesta del 28F, edición cuadragésima, tuvo algo de chirigota del Selu: «Si me pongo pesao me lo dices, Juan(ma)». Un quinario. Una indigestión de algodón de azúcar. El régimen -que se dice nuevo, pero que está formado por los de siempre, aunque con los papeles intercambiados- se encarnó primero en el Maestranza y después confraternizó en los jardines del Quirinale bajo un envidiable sol primaveral que aconsejaba salir corriendo en busca de la vida auténtica. Al pueblo andaluz, ese unicornio verde, no lo vimos por ningún lado. El único sitio donde encontramos una banderita de la Marisma fue en una pastelería. Mal augurio si se pretende volver a sacar a la gente en la calle. A dos kilómetros del Maestranza ya no podías caminar sin ser interceptado por policías con metralleta. Si eras pueblo, de ahí no pasabas. Se suponía que se celebraba una gesta colectiva, pero allí sólo estaban los que viven de Andalucía.

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

Noticias de la ‘Edad Heroica’

carlosmarmol · 29 febrero, 2020 · Deja un comentario

Las autonomías políticas exudan épica. Casi siempre, de color sepia. El mayor pecado social imaginable allí donde germinan consiste en cuestionar la naturaleza de epopeya con la que sus hacedores –los padres de la patria, sea ésta grande o minúscula– acostumbran a presentarlas, codificando (en su beneficio) un relato lineal que rara vez se corresponde con los hechos históricos. La verdad tiene la forma de un río lleno de meandros. Lo excepcional es que discurra en línea recta y en dirección ascendente. Andalucía celebra este viernes el 28F, la fecha (mitológica) en la que se votó el referéndum de autonomía que, según el relato oficial, trajo el autogobierno a la gran región de la España meridional, secularmente castigada por el subdesarrollo. Han transcurrido cuarenta años y la narración de la supuesta gesta ha perdido todos sus matices para convertirse –en el imaginario popular e institucional– en un bloque de mármol. Sin fisuras. Sin grietas. Sin dudas. Configurando un monumento rotundo.

Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.

La nueva batalla del Sur

carlosmarmol · 28 febrero, 2020 · Deja un comentario

Las autonomías, en contra de lo que puede parecer, son -como decía Borges de la ciencia- un género de la literatura fantástica: aquel que confunde lo onírico con lo real y no distingue entre los sueños y la vigilia. Es patrimonio de las ensoñaciones, pese a su falta de adecuación a la realidad, condicionar nuestras vidas. Desde la instauración de la democracia en España, la discusión sobre el problema territorial es el factor que condiciona toda la vida política, orillando al resto de asuntos. Se trata de una discusión tan artificial como relevante. Las cosas nunca son como son. Son como nos parecen, decía el dramaturgo italiano Luigi Pirandello. La causa de este fenómeno, en el que la discusión, lejos de plantearse en términos objetivos -la eficacia de un determinado modelo de descentralización-, acostumbra a abordarse desde la perspectiva sentimental, con exageraciones que se extienden a la identidad colectiva y a la pertenencia cultural, se debe, básicamente, a los intereses de las élites políticas de Cataluña y Euskadi, que mediante proyectos identitarios excluyentes -antes nacionalistas; ahora independentistas- cuestionan una y otra vez un orden que, aunque la Constitución no cerró por completo, tras cuatro décadas de autogobierno debería ser un asunto más que amortizado.

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

El oro del populismo

carlosmarmol · 28 febrero, 2020 · Deja un comentario

En Sibila, capital de la Marisma, dar pregones y conceder medallas es una tradición popular que simboliza -como pocas- dos grandes mentiras. Una: quien predica sus creencias a gritos acostumbra a ser un trueno (vestido de nazareno). Dos: aquellos que conceden galardones buscan, antes que reconocer los méritos ajenos, celebrar los propios. Ambas certezas permiten entender la forma en la que el gobierno del escabeche maximus ha diseñado los actos del 28-F, marcados por un color en sepia que tira de espaldas. En ellos todo huele a pretérito, a habitación cerrada: la pizarrita con los porcentajes a tiza del referéndum (que perdimos), la estampas entre olivos del Reverendísimo Bonilla y el Adelantado Marínpor el recreo de Blas Infante en Coria, igual que un matrimonio LGTB hacia el altar sagrado de la patria, o el oro populista de los metales del reconocimiento, repartidos para que la Gran Conversión parezca ecuménica. La Iglesia del Cambio (sin cambio) nos ama a todos: ricos y pobres, buenos y malos, abreviadores y rentistas. Todo es concordia junto a Il Redentore. Éste es el tono.

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

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Ilustraciones: Daniel Rosell