La regeneración de la Marisma es (con perdón) una cuestión básicamente de cuernos. Lo decimos en función de lo que vemos. Porque mientras el gobierno del Reverendísimo Bonilla (alias JuanmaPorEso) nos promete un cambio que, de momento, no encontramos por ningún sitio, aprueba una declaración institucional para el Día de Andalucía -¡pónganse de pie y saluden con la mano en el pecho, patriotas!- que es una réplica exacta de aquellas solicitudes sentimentales del susanato en favor del autogobierno, con la addenda de la unidad de España en peligro para contentar a Vox y Cía. La realidad de las cosas, sin embargo, sigue estancada. No hay manera de que la Junta responda a un escrito metido por registro. Así que ni vísperas de fechas históricas ni gaitas. Cada vez que hay elecciones los próceres hacen lo mismo: se sacan de la manga oposiciones y concursos de méritos para convencer al funcionariado -esa casta- de que los voten y dejarles claro que el discurso del cambio a ellos no les va a afectar en absoluto. Hasta ahí podríamos llegar: cuestionar a los privilegiados del presupuesto.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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