DA un poco de pavura ver -y oír- cómo los alcaldes de prácticamente todas las capitales de Andalucía, las reales y las ficticias, pregonan de cara a las inminentes municipales el mismo modelo (secular) de desarrollo económico para Andalucía. Básicamente: la Marisma debe convertirse en un gran escaparate abierto al mundo y ustedes, queridos indígenas, en los actores de un anuncio basado -de nuevo- en el turismo intensivo, la hostelería -que es la verdadera dueña de los espacios públicos- y el ladrillo con brillo, sector que el gobierno del Reverendísimo Bonillaet alii está dispuestísimo a resucitar a pesar de ser el origen de la crisis económica y financiera en la que llevamos (malviviendo) desde hace más de una década.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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