Uno de los síntomas más evidentes de que ya estamos en la precampaña electoral de las municipales, que siempre comienza un año antes de las elecciones, es que nuestros munícipes, esos genios del conocimiento, vuelven a hablar de la famosa ‘movida’, que en Sevilla es un problema más antiguo que la momia de San Fernando. Decimos hablar por decir algo, porque de este simpático asunto se viene discutiendo desde hace más de treinta años sin que ningún alcalde, ni los sucesivos candidatos, hayan hecho nada más que eso: hablar mucho para después, llegados al poder o instalados a la oposición, olvidarse rápidamente del asunto.
Archivo de mayo 2018
Las rosas & los libros de abril
Abril es el mes del calendario dedicado a las fiestas en honor de la sagrada primavera. Como suele ocurrir con todas las festividades oficiales sancionadas con el sello del clero, el pretérito histórico de estos eventos es mucho más carnal que espiritual. En Sevilla empezamos a desmontar la ciudad efímera de lonas que es la Feria de Abril, el invento de un industrial catalán afincado en el Mediodía –Narciso Bonaplata y Curiol– y un empresario vasco –José María Ybarra Gutiérrez de Caviedes– cuyas estirpes, multiplicadas durante un siglo largo, aún soportamos entre la insigne laya de los prohombres andaluces. Más que organizar unas nuevas carnestolendas tras la cuaresma, lo que perseguían –y consiguieron– estos dos próceres decimonónicos era consumar un negocio particular –vender ganado– gracias a un certamen sufragado con fondos municipales. Una ilustre tradición española: los costes del lance empresarial los pagamos todos; los beneficios se lo apropian ellos, los dueños de la estampa.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
Los cuadernos de las dos Españas
La literatura se lleva mal con la política. Al menos, en su sentido prosaico. Quizás sea porque en determinadas épocas históricas los intelectuales, ese invento burgués, sean del pelaje que sean, tienen que comer todos los días y, dado que la escritura no siempre llena el estómago, no le queda otra a los hombres de letras que dedicarse a la divulgación cultural, que es ese eufemismo amable con el que a veces se camuflan las prédicas interesadas. Mantenerse al margen de este destino no es tarea fácil. Y menos, perdurar en tal batalla. Semejante gesta es la que ha conseguido la revista de literatura Cuadernos Hispanoamericanos, que este mes de febrero cumple los setenta años dedicados a difundir, vincular, hibridar y glosar la poesía, la narrativa y las obras de pensamiento crítico que se componen en las dos orillas del Atlántico. En las Españas y también en las Américas, donde se habla –sin conflicto– la lengua de Cervantes en más de una veintena de países con banderas distintas. Algo que en la Península, paradójicamente, sigue siendo un sueño imposible no por razones culturales, sino políticas.
Las Disidencias en Letra Global.
Vasallaje en las Cinco Llagas
SE suponía que iba a ser un pleno general, pero a los dos minutos ya se había convertido en un general pleno. No sobre Andalucía, sino acerca de Ella. Ya saben: en la República Indígena todos los astros (subvencionados) giran en órbita alrededor de la Querida Presidenta, que sigue refiriéndose a sí misma en tercera persona, igual que el Papa. La Iglesia del Susanato en Sus Últimos Días había organizado una homilía para su lucimiento. Minutos antes de empezar colgaban en twitter una foto en la que salía repasando el discursito. Bonilla (Moreno) colgó otra imagen similar, pero con un retrato de Kennedy como atrezzo. La solemnidad de los dos próceres daba un poco de risa porque debate, en realidad, no hubo. Tampoco fue un coloquio. El último pleno general de esta legislatura bostezante consistió en un teatrillo donde la Reina administraba la democracia y se permitía el lujo de regañar a la oposición.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
La ‘matraka Murillo’
El gran Pepe Guzmán, involuntario maestro y fecunda influencia para todos los periodistas que pasamos, hace ya quizás demasiado tiempo, por las sucesivas redacciones de El Correo de Andalucía, esa ilustre institución del periodismoindígena, solía bromear con una frase que en su tiempo se convirtió en toda una leyenda. La resumimos en lenguaje analógico, que es el que corresponde. Interior tarde. Un domingo acaso sin fútbol (antes los había). Apertura de la sección de deportes. Página impar con cintillo a cinco columnas: «Boxeo». Siguiente página par, también con un cintillo digamos que generoso: «Más Boxeo». Impar inmediata, antetítulo expandido: «(Hoy nos ha dado por el) boxeo». Posmodernidad e ingenio.