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Cultura

Elvis Presley, parodia y apocalipsis

carlosmarmol · 13 marzo, 2024 ·

La gran diferencia entre una abstracción y la realidad, como solía repetir Antonio Escohotado, es que la primera es la expresión de un ideal, la enunciación de una voluntad o el anhelo (violento) de un deseo íntimo, mientras que la segunda suele encerrar en su infinito pormenor un infalible desmentido. Más de 1.400 páginas pueden ser absolutamente insuficientes para resumir una existencia (terrestre) de apenas 42 años. Y, sin embargo, todo este caudal de datos y prosa son capaces de redibujar la imagen pública de un mito cultural mejor que las películas –efectistas e interesadas– o los enjuiciamientos morales impulsados por la inquisición woke. Sobre Elvis Presley (1935-1977) se han estrenado en los últimos años varias producciones audiovisuales. La primera, Elvis, dirigida por el cineasta Baz Luhrmann para la plataforma HBO, enfocaba la figura del rey del rock & roll a partir de la relación (tormentosa) con su manager, el Coronel Tom Parker; la segunda, dirigida por Sofía Coppola, es un retrato indirecto a través de su esposa, Priscilla Boaulieu, donde el músico norteamericano aparece como un machista celoso e insensible ante la soledad de una niña-novia de 14 años de edad encerrada en la prisión dorada de Graceland, la mansión de Presley en el caluroso Memphis.

Las Disidencias en The Objective.

Urtasun y la nueva escolástica cultural

carlosmarmol · 15 febrero, 2024 ·

Una de las interpretaciones más retrógradas que existen del concepto de nación es aquella que, a imitación de cualquier umma de creyentes, entiende una comunidad nacional como la reunión de los (presuntos) patriotas que fueron, son y serán. Esto es: los muertos, los vivos y los que (todavía) no han llegado ni siquiera a nacer. Digamos que ésta es la idea de España que profesa el nacionalismo más montaraz, que presume un vínculo sagrado (e indisoluble) entre las sucesivas generaciones que habitan en un territorio o se identifican como parte de una cultura. Asombrosamente, esta misma noción de lo nacional subyace en la mente de los representantes de la izquierda idiota, mayormente agrupada ahora en ese comunismo zen que representa Sumar, el partido de Sor Yolanda del Ferrol y sus pandillas plurinacionales.

Los Aguafuertes en Crónica Global.

Noticia de Sefarad, la (otra) España sin patria

carlosmarmol · 8 febrero, 2024 ·

Existen dos maneras (esenciales) de contar una historia: la narración lineal o cronológica, y el relato fragmentado, que sitúa el arranque de su cuento a partir de un suceso para buscar en dirección al pretérito sus anales o perseguir hasta el presente su desenlace. En el caso de la historia de la cultura hebrea en España, elegir entre cualquiera de estas dos opciones resulta una tarea imposible: tanto si se opta por la primera como si se elige la segunda, confiados en el sortilegio del misterio, ambas estarán contaminadas por el decreto de los Reyes Católicos que en el Año (del Señor) de 1492, cumplido el mes de marzo, puso fin a una España en la que cohabitaban, no siempre de forma pacífica ni candorosa, distintos credos y religiones. Al mismo tiempo que los judíos abandonaban sus haberes en Castilla y Aragón nacía el mito de Sefarad, el anhelado hogar perdido de esa (otra) España que quedaba huérfana y sin patria.

Las Disidencias en The Objective.

Un instante en el tiempo

carlosmarmol · 3 enero, 2024 ·

Hace exactamente setenta años, Philip Yordan, un escritor de películas de western, escribió, basándose en el argumento de una novela (menor) de Roy Chanslor, publicada unos cuantos meses antes, uno de los diálogos más antológicos y certeros de toda la historia del cine.

JOHNNY: ¿A cuántos hombres has olvidado?
VIENNA: A tantos como tú mujeres.
JOHNNY: ¡No te vayas!
VIENNA: No me he movido.
JOHNNY: Dime algo bonito.
VIENNA: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
JOHNNY: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años.
VIENNA: Te he esperado todos estos años.
JOHNNY: Dime que habrías muerto si yo no hubiera vuelto.
VIENNA: Habría muerto si tú no hubieras vuelto.
JOHNNY: Dime que me quieres todavía, como yo te quiero.
VIENNA: Te quiero todavía, como tú me quieres.
JOHNNY: Gracias. Muchas gracias.

Este intercambio verbal entre Joan Crawford y Sterling Hayden, los dos protagonistas de Johnny Guitar (1954), no descubre nada nuevo. El amor, en efecto, no es más que un embuste. Un absoluto malentendido. Un espejismo roto que brota de una oscura y honda desesperación íntima.

Los Aguafuertes en Crónica Global.

Origen y mitología (sin leyenda) del ‘jazz’

carlosmarmol · 29 diciembre, 2023 ·

Nina Simone, una pianista prodigiosa a la que su condición de mujer negra impidió triunfar en el estrecho mundo de la música académica, y que tuvo que alcanzar la tormentosa cima del éxito por sus propios medios desde la sucia periferia de los clubes y los espectáculos populares, mal pagados y sin glamour, donde los músicos tenían que pelear por hacerse oír, siempre renegó de la etiqueta de jazz para definir su música: “Jazz es un término que usan los blancos para definir la música negra. Yo hago música clásica negra”. Comprometida con la lucha en favor de los derechos civiles, Simone, reivindicaba de esta forma la fecunda tradición cultural afroamericana, situándola en igualdad con la música de origen europeo.
Su caso no es único: en España los músicos de flamenco no gozaron del reconocimiento artístico que merecían hasta que Paco de Lucía desafió el destino de sus antecesores –Niño Ricardo, Sabicas– entrando un día por la puerta del Teatro Real de Madrid. Todas músicas heterodoxas, surgidas de la promiscuidad cultural, jamás han gozado del prestigio social que merecen como expresiones artísticas mestizas, hechas a partir de los desechos, creadas por músicos sine nobilitate, surgidas (por azar) en los sótanos mismos de la historia y la vida.
Sucedió con el flamenco. Ocurrió con el blues –la primitiva fusión entre los cantos religiosos negros y la música de los jornaleros de las plantaciones del Mississippi– y ha sido, en líneas generales, la historia del jazz que, desde la marginalidad más extrema, ha terminado convirtiéndose en la hermosa banda sonora de la modernidad.

Las Disidencias en Letra Global.

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Ilustraciones: Daniel Rosell