Antes de que existiera Google, estaba Pepón. En la radio tenía otro nombre: José Luis Jurado. Daba igual. Todos lo llamábamos Pepón. Evidentemente, un exceso –fruto del cariño– por nuestra parte. Nunca nos dio licencia para esta confianza. No hacía falta: como todos los tipos grandes, para estas cosas jamás hubo que pedirle permiso. Protocolo cero; humanidad, cien. Pepón era del linaje de los verdaderamente irrepetibles: inmenso, independiente, cosmopolita, culto y un tipo excelente. También era periodista, un cronista con una dicción milagrosa. Cuando hablaba, sobre todo de las cosas que le gustaban, te llevaba a otro planeta.
[Leer más…] acerca de José Luis Jurado: la dicción milagrosa
