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Letra Global

Arte y exceso de la risa

carlosmarmol · 26 febrero, 2022 · Deja un comentario

El gran Enrique Lynch, maestro de ensayistas sabios e impertinentes, dejó escrito en un artículo –que es donde se dicen las cosas trascendentes sin que se repare en ellas– que todo lo que un día nos parece trágico, de pronto, se hace cómico. Incluida la muerte. Basta y sobra con que la broma se entienda bien: el humor, en cualquiera de sus formas, exige comprensión, incluyendo esa variante sardónica de la risa que es el nonsense. Sentido e interpretación, decía Lynch, son dos jinetes que cabalgan juntos. La experiencia cómica requiere actitud, predisposición, un espíritu. Las iglesias, sin embargo, proscriben la risa; los inquisidores la sancionan con el fuego de la hoguera y basta ver lo estupendos que se ponen –cuando hablan de sí mismos– los nacionalistas de cualquier laya y condición para caer en la cuenta de que donde el humor no hace acto de presencia rara vez encontraremos inteligencia, aunque pueda haber erudición (inservible), dinero y prosopopeya. Ya se sabe: si un chiste tiene que explicarse, es que no es un buen chiste. Salvo que la broma sea su exégesis.

Las Disidencias en Letra Global.

Josep Pla, el prodigio de la naturalidad

carlosmarmol · 20 febrero, 2022 · Deja un comentario

“París, mayo de 1935. Irrumpo en la plaza de la Estrella por la avenida de Friedland. Son las cinco de la tarde. Día glorioso, mentolado, fresquillo”. Bastan cuatro frases o un párrafo de Josep Pla (1897-1981), en cuyos libros los adjetivos son como las notas de una sinfonía  deslumbrante e irónica, para percibir la titánica gesta de este escritor capital –en español y en catalán– de querer decir el mundo entero con las palabras necesarias, justas, exactas, sin que en el fondo de la línea de perspectiva aparezca nada extraordinario. La prosa de Pla es un prodigio de naturalidad, igual que las películas de Eric Rohmer, donde lo trascendente no es la trama, ni la peripecia, ni la selección de instantes o la caracterización de los personajes, sino la atmósfera. El sfumato. El espectáculo de la vida a medida que pasa.

Las Disidencias en Letra Global.

El arte de conmover

carlosmarmol · 12 febrero, 2022 · Deja un comentario

La cultura, tal y como nos la legaron nuestros mayores, que no es que fueran más sabios que nosotros, sino que sencillamente se enfrentaron antes a las mismas preguntas, comenzó a derrumbarse el día en que dejó de estudiarse retórica en las escuelas. La crisis de las Humanidades, un fenómeno inducido, porque el estudio de las pasiones terrestres no cesará hasta que el hombre se extinga, tiene que ver con el desprecio por el lenguaje y la ignorancia comunal que goza de tantísima fortuna en las sociedades posmodernas. No hay, sin embargo,  nada como retornar a los clásicos para desmentir este dogma. Los filósofos antiguos que han resistido el paso del tiempo perduran gracias a su utilidad, por mucho que haya quienes crean que la literatura, la historia o el pensamiento son saberes perfectamente inútiles y, lo que es peor, domesticables. Lo nuevo –conviene recordarlo– es un concepto viejísimo. Ancestral, incluso. Quien cree lo contrario ignora toda la sabiduría que ha ido creando, por destilación, el conocimiento crítico de la tradición que nos antecede. Sócrates, condenado por su coherencia ante los mediocres, era un sabio porque proclamaba irónicamente no saber nada en absoluto, estando predispuesto a desmentirse a sí mismo.

Las Disidencias en Letra Global.

Carl Schmitt, pensar desde el cadalso

carlosmarmol · 6 febrero, 2022 · Deja un comentario

“Soy un fantasma y grito sin que se me oiga (…) Yo, el despreciable, me reafirmo como tal, pero irónicamente”. Anotación registrada el 7 de octubre de 1947. Cuaderno de cartoné negro. Tinta azul oscuro. Caligrafía diminuta pero con una expresión directa, aunque saturada de sobreentendidos y frases eruditas –en latín, francés e inglés– que dificultan la comprensión. Enunciación in fieri. Es el espectáculo de una mente (para algunos diabólica) trabajando, discurriendo, anotando cosas, vengándose a su manera de un destino que, después de haberle permitido vislumbrar el camino hacia el Leviatán de Hobbes –el libro con el que comenzó todo: el mito del Estado moderno como heredero de la Iglesia, el negocio de los juristas, la política como teología–, lo desplazó a una esquina secundaria del cuadro, recluyéndolo en un cuarto de una única estancia, sin calefacción, prácticamente condenado a la indigencia. 

Las Disidencias en Letra Global.

Miniaturas británicas

carlosmarmol · 29 enero, 2022 · Deja un comentario

No hay nada más poético para una sensibilidad lánguidamente romántica que los restos de una decadencia civilizada. Esa atmósfera de final de juego. La llegada a la estación término. El aire (perfumado) de la felicidad (perdida) que, gracias al ejercicio sostenido de la idealización, termina confundiendo las vivencias privadas con los tesoros patrimoniales. Es lógico: cada uno de nosotros, tenderos o reyes, sólo contamos con ese trecho escaso de experiencia que llamamos la vida. Siendo pasajera, aunque la diosa Fortuna y la madrastra Contención la prolonguen –si hay suerte, durante décadas–, resulta natural, y hasta pertinente, que los instantes netos de felicidad se amplifiquen. Es una forma de compartir sin esfuerzo, aunque no se libre –según sea el auditorio– de cierta dosis de envidia, ese hispánico pecado. De los británicos suele contarse que su mayor calamidad es el orgullo, aunque siempre habrá quien considere esto una virtud. Claro es que, si entramos en comparaciones –y en literatura si uno no compara no se entera de nada–, de la vanidad comunal, se profese hombre a hombre o en masa, eso da lo mismo, casi nadie se libra.

Las Disidencias en Letra Global.

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Ilustraciones: Daniel Rosell