• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
carlosmarmol.es

carlosmarmol.es

Periodismo Indie

  • Inicio
  • Biografía
  • Periodismo
    • El Correo de Andalucía
    • Diario de Sevilla
    • El Mundo
    • Crónica Global
    • La Vanguardia
  • Literatura
    • Libros
    • Revistas
  • Filología
    • La retórica del prosaísmo
    • Academia
  • Dirección Editorial
    • Letra Global
    • Revista de Occidente
    • Orpheus
    • Geographica
  • Bitácoras
    • Disidencias
    • Cuadernos del Sur
    • Los Aguafuertes
    • Las Tribunas
    • Crónicas Indígenas
    • La Noria
    • Cuadernos Apátridas
  • Contacto
  • Show Search
Hide Search

Literatura

Dostoievski, una recapitulación

carlosmarmol · 8 enero, 2022 · Deja un comentario

“Quien se atreva a escupir a la muchedumbre se convertirá en su legislador”. Es una frase antigua que parece –y lo es– una descripción contemporánea. El pretérito no está muerto ni enterrado. Habita en el presente. El cadáver de Fiódor Mijáilovich Dostoievski (1821-1881) reposa desde hace más de un siglo bajo el busto que preside un túmulo, diseñado con la vana grandilocuencia decimonónica de la vieja Rusia finisecular, en el camposanto adyacente al monasterio Aleksandr Nevski, en la antigua Petrogrado. Horas antes de recibir sepultura, Ivan Kramskoy le hizo un dibujo ortodoxo donde se aprecia el último gesto, sereno, casi pacífico, que emergió justo después del tormento. Resume el cándido final de una vida infernal. El novelista de San Petersburgo –que nació en Moscú– aparece con los ojos cerrados, la tez blanca y su característica barba asilvestrada. Estrenando sin duelo el sueño infinito. Es una de las imágenes con las que ha pasado a la posteridad. Hoy, 140 años después de aquel último amanecer, otro retrato, el que le hizo Vasily Perov en 1872, cuelga como un afiche en las tiendas de muebles minimalistas, que la incluyen en sus catálogos con un filtro de color rojo sobre un fondo neutro. Semejante combinación traslada a quien la contempla un mensaje rotundo: “el muerto que veis goza de una indudable salud”. Es verdad: muchos de nuestros iguales tienen menos vida que este oscuro predicador de la condición humana. 

Las Disidencias en Letra Global.

Shakespeare ‘in fabula’

carlosmarmol · 2 enero, 2022 · Deja un comentario

Los muertos –disculpen ustedes la tristeza– nunca eligen el lugar en el que van a pasar la Eternidad. Cuando dictan sus últimas voluntades todavía están vivos, incluso si padecen esa condena (miserable) que es una agonía estéril y sin remedio. Pero tras este instante postrero  nadie puede preguntarles si desean cambiar de opinión y mudar el camposanto, o el horno donde se convertirán en cenizas blancas, por otro sitio. Al final, se impone la convención social: los vivos, que tenemos la última palabra, los instalamos invariablemente en cementerios inmobiliarios donde persisten las diferencias sociales –túmulo deluxe o nicho corriente– y, como si fuera una broma cruel del destino, deben convivir con sus iguales. No deja de ser grotesco: venimos al mundo solos y nos vamos de igual manera, pero entre medias, también después de que se cierre el último paréntesis de la ecuación, nos obligan a compartir nuestra presencia ausente con la de los demás. Una vieja fábula oriental, basada en la disolución del alma en el cosmos, sostiene que, en realidad, los vivos estamos muertos y son los difuntos quienes de verdad existen. Nacer incluye a su opuesto: lo que desde esta orilla de la Estigia llamamos desaparecer no sería más que una lacrimosa. Un paisaje visto desde un tren en marcha donde lo estable es el exterior en vez del interior.

Las Disidencias en Letra Global.

Arte del humor, maestría de la farsa

carlosmarmol · 26 diciembre, 2021 · Deja un comentario

La historia de la cultura, en cierto sentido, puede resumirse como un duelo entre la risa y la seriedad. El hombre, condenado de antemano por la certeza de la muerte, tiende a la trascendencia y, en ciertos casos, encuentra consuelo en las múltiples formas de la religión, pero del mismo modo –lo mismo que el verso y la prosa– convive con la risa, la carcajada, la mueca y el espanto. Todas son actitudes diferentes y, en el fondo, análogas. La Biblia atesora la palabra de Dios, pero, en el Antiguo Testamento, Jehová se ríe de los hombres, inconstantes pecadores, cuyas faltas deleitan malévolamente a su propio creador, el Ser Supremo de los hebreos. La práctica tiene algo de ancestral: la primera broma de la literatura aparece en un pasaje de la Ilíada de Homero: el Olimpo, igual que el auditorio de un teatro, comenta con ánimo zumbón la ridícula cojera de Hefesto, dios (menor) del fuego. El humor nos divierte. Pero también puede ser un puñal y el mensajero de una infinita de crueldad. O un acto de desprecio ante los males ajenos que, paradójicamente, son también los nuestros.

Las Disidencias en Letra Global.

Azúa: sabiduría, estilo y carcajada

carlosmarmol · 18 diciembre, 2021 · Deja un comentario

Acostumbra a creerse que leer ensayos, catalogados desde el punto de vista académico dentro de ese cajón de sastre que agrupa a memorias, biografías, epístolas y tratados, denominado el cuarto género –por suma sobre las tres formas aristotélicas clásicas de creación: la epopeya (narración), la lírica y el drama–, es una de las más provechosas costumbres de la madurez. La poesía y la novela serían, desde este punto de vista, moldes literarios más propios de la juventud o el ascenso vital, acaso por ese lugar común que relaciona el hábito de componer versos con el entusiasmo (pasajero) de la edad primera y asocia la peripecia con lo que Baroja llamó la lucha por la vida, que sólo termina con su antónimo: la muerte fatal.

Las Disidencias en Letra Global.

Enzensberger y la biografía de Europa

carlosmarmol · 12 diciembre, 2021 · Deja un comentario

Existen tantas formas de contar el decurso de una vida, esa extraña pausa que acontece entre dos paréntesis atroces, como maneras diferentes de vivir. Cada una de ellas es distinta y todas, sin excepción, salvo por la combinación concreta de sus variantes, igual que sucede con la genética, responden al mismo principio. La lógica de vivir, que es un sinsentido milagroso, posee una naturaleza ecuménica donde cohabitan, atropellándose, los mismos sentimientos básicos: esperanzas con frustración, dicha y dolor, ansiedad más nostalgia.Escribir acerca de este pasado personal –el único patrimonio que depara la costumbre de cumplir años– tiene bastante de despeñamiento: se mira hacia atrás desde un punto fijo y, además del asombro y el pasmo ante la fugacidad del tiempo, lo que uno encuentra –o cree ver– es un inconsciente relato de ficción donde somos los autores y los protagonistas. Aunque en la historia nos acompañen otros personajes colaterales, todos son secundarios. Seguramente estos episodios, como las cuentas de un rosario, duras y diminutas, respondan a la realidad –de nuestra mente–, pero tal impresión no garantiza su exactitud. Nuestro cuento puede parecernos fiel y exacto, pero el de cualquier semejante será divergente.

Las Disidencias en Letra Global.

  • « Ir a la página anterior
  • Ir a la página 1
  • Páginas intermedias omitidas …
  • Ir a la página 52
  • Ir a la página 53
  • Ir a la página 54
  • Ir a la página 55
  • Ir a la página 56
  • Páginas intermedias omitidas …
  • Ir a la página 133
  • Ir a la página siguiente »

carlosmarmol.es

Copyright © 2025

Linkedin | Medium | Academia | Twitter

Soundcloud | Pinterest | Youtube

Ilustraciones: Daniel Rosell