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Política

Desinflamar Cataluña, incendiar España

carlosmarmol · 9 noviembre, 2023 ·

Una de las señales que separan a las democracias –basadas en el derecho– de las autocracias (que acostumbran a vestir con un teatro legislativo las decisiones personales del correspondiente jefe de escuadra) es que, cuando se convoca una manifestación ciudadana contraria a sus intereses, en lugar de preguntarse por las causas persiguen a los cabecillas. Se trata de una vieja costumbre intemporal del poder: no importan los motivos que provoquen el descontento social ni tampoco su extensión; lo trascendente es impedir que nadie discuta las órdenes del que está al mando. La grave espiral de polarización social desatada por la amnistía –que viene acompañada de una financiación a la carta que rompe el principio constitucional de cohesión territorial– recuerda bastante a los sucesos de 2017 en Cataluña. Lo que difiere con respecto a entonces es la interpretación, y por tanto el elogio o la condena, de los respectivos actores políticos. Como han adivinado, hay intercambio de papeles. Los villanos de ayer son los héroes de hoy, y viceversa. 

Los Aguafuertes en Crónica Global.

La rebelión de las masas emancipadas

carlosmarmol · 7 noviembre, 2023 ·

Los socialistas indígenas mantienen una relación ambivalente y contradictoria con las masas. Cuando dos o más personas se congregan para aplaudirles piensan que son los protagonistas de la democracia o los héroes de una gesta colosal, como evidencia su (interesado) relato sobre la Santa Autonomía, que los sostuvo –con la ayuda fenicia del clientelismo– durante 36 años en el Quirinale. Si la reunión se opone a sus caprichos –véase la cofradía patriótica de este lunes en la calle San Vicente de Sevilla– entonces se trata directamente de una turba o, dicho sea al estilo Sumar, de un somatén primorriverista. No hay quien les gane en hacerse las víctimas y recurrir –es lo que tiene la falta de ideas– al viejo comodín de la ultraderecha. A todas las manifestaciones del mundo van políticos que pretenden obtener réditos electorales. Los socialistas lo han hecho durante décadas. ¿Quién rodeaba la sede del PP en Granada hace veinte años por la guerra de Irak? ¿Fuenteovejuna? Quienes dicen representar a las masas emancipadas –“hermana, yo sí te creo”– se sienten ahora amedrentados por ellas. Es curioso. 

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

‘The Marisma Crush’

carlosmarmol · 3 noviembre, 2023 ·

Existe una diferencia –categórica– entre la cultura y el negocio del espectáculo, del mismo modo que una cosa es la política, divina comedia, y otra distinta la propaganda, pero ya se sabe que vivimos en una sociedad donde lo accesorio pesa más que lo sustancial. El Quirinale está que revienta de gozo –sin vísperas– por los elogios que está recibiendo la campaña de promoción turística realizada por la Agencia Ogilvy para atraer turistas internacionales a la Marisma. Cabe preguntarse si es que los turistas no vienen ya por aquí o si, acaso, a alguien le parecen insuficientes para el Quattrocento del escabeche, que ya supera en intensidad al califato cordobés y hasta a la Sevilla puerto y puerta de esas Yndias que perdimos. El spot, nadie que sea aficionado a la serotonina podría discutirlo, es una pieza efectista al tiempo que tramposa, como sucede con cualquier otro anuncio, porque –lo mismo que los boleros– miente sin culpa ni arrepentimiento, sacrificando la realidad de las cosas –listas de espera, pobreza, desempleo, precariedad, tribalismo rociero– a los diabéticos deseos de San Telmo. El espíritu que lo alienta podría resumirse así: “Ya que no podemos cambiar Andalucía y no vamos a intentarlo nunca, porque eso es un lío, vendámosla abroad”. En eso andan. A razón de 38 millones de euros –poca broma–, que es el coste oficial, intermediarios aparte, de esta gran machada digital que fomenta el ridículo orgullo de sentirse indígena, como si uno eligiera el sitio donde nace o si el talento de Picasso, Lorca o Paco de Lucía fuera un bien comunal, en lugar de un atributo estrictamente individual. 

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

La brecha meridional

carlosmarmol · 3 noviembre, 2023 ·

Cuatro décadas después de su génesis, gracias al título VIII de la Constitución, de las autonomías puede afirmarse lo mismo que Mark Twain decía de los seres humanos: “Son un experimento; el tiempo dirá si valen la pena”. La discusión territorial, invariante de la política española durante más de siglos, ignora este principio de la relatividad. Discutir o reformar el modelo autonómico, algo lícito en cualquier democracia, se considera en el mejor de los casos una heterodoxia y, en el peor, un pecado nefando y recentralizador. La organización territorial española se justifica casi siempre a partir de conceptos tan discutibles como la identidad en lugar de encauzarse en función de una evaluación objetiva de sus resultados. De esta circunstancia se infiere que se trata de una cuestión sentimental –aunque camufle intereses económicos muy concretos– más que racional, y que los autogobiernos de la España plural no son tanto herramientas institucionales cuanto la traducción de ideales políticos. Ninguna región admite que su autonomía pueda haberse fundado gracias a una concesión o sea fruto de una negociación. Todas se conciben a sí mismas como una conquista social. 

Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.

¿Pagamos más por una sanidad peor?

carlosmarmol · 31 octubre, 2023 ·

El azar, maestro consumado de la ironía, quiso que ayer coincidieran la presentación de los presupuestos (ficticios) de la República Indígena, que desde el Quirinale se venden como los más generosos de la historia en el ámbito sanitario –14.246 millones (30%)–, con un informe del gremio de los médicos de Atención Primaria donde se sostiene que “no faltan médicos”, sino que “sobran pacientes”. No sabemos si tal afirmación implica que a los galenos, que desean ganar más trabajando menos, y que pretenden declararse independentistas de la salud (ajena), limitar su agenda –al margen de las necesidades sociales– y facturar aparte su obligación legal de atender los cupos de enfermos derivados de las vacantes (sean por bajas justificadas o ausencias fenicias) les molestan mucho los ciudadanos o, acaso, se sienten tan por encima del bien y del mal que confunden su propia comodidad con la salud pública. Es un misterio irresoluble, dado que nadie –como todos sabemos– dice la verdad. Parece evidente que si las listas de espera quirúrgicas crecen en Andalucía tres veces más rápido que en España, superando los seis meses de espera, y la cola para lograr el diagnóstico de un especialista suma más de 881.000 pacientes, el dinero que San Telmo promociona con tanto entusiasmo no está sirviendo para mejorar el sistema público de salud, que ha dejado de servir a las personas para convertirse, igual que el resto de la Junta, en un mundo paralelo donde la eficacia no se mide en términos sociales, sino gremiales. Las mareas blancas han vuelto a la calle. 

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

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Ilustraciones: Daniel Rosell