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Letra Global

Los últimos días en Lake Worth Beach

carlosmarmol · 26 mayo, 2023 ·

“En la vida de cualquier persona normal hay como media docena de momentos cruciales, y el nido vacío es uno de ellos”. Otro instante capital es el insomnio de esa madrugada banal en la que descubres que las horas del tiempo se esfuman y las hojas del calendario comienzan a asemejarse a la afilada cuchilla de una guillotina. Philip Larkin dedicó un verso sobrio y exacto, como todos los suyos, a este asunto: “Es el recordatorio del dolor y la fuerza / de ser joven, que no pueden volver / pero en algún lugar aguardan, intactos, para otros”. La vejez, en efecto, te deja el quebranto pero roba toda la fortaleza que pudieras llegar a atesorar. Entonces es cuando emerge la metafísica de sillón. “La literatura trata sobre el amor y la muerte (…) A los quince años, ¿qué sabes del amor? ¿Qué sabes de la muerte? Sabes lo que les sucede a los jerbos y a los periquitos; y quizás sepas ya lo que les sucede a los familiares de más edad, incluidos tus abuelos. Pero aún no sabes que también va a sucederte a ti. Y seguirás sin saberlo otros treinta años. Y durante otros treinta años no tendrás que enfrentarte personalmente al problema realmente arduo”. Martin Amis (1949-2023) vivió al reverso (tenebroso) de este augurio (propio) durante los últimos días terrestres que pasó en Lake Worth, la residencia que tenía en Florida, cerca de Palm Beach. Un balneario elegante de casas demasiado modestas y demasiado caras.

Las Disidencias en Letra Global.

Trapiello y el libro de las mejores horas

carlosmarmol · 19 mayo, 2023 ·

Los libros profundos suelen ser sencillos. Igual que los buenos poemas, dicen todo con las palabras necesarias y ni una más. En encontrar las justas y precisas para tal fin consiste su secreto. Es la simpleza la que los convierte en perfectos. Los excesos, tan frecuentes cuando se persigue dar la apariencia de ambición, son las celadas en las que naufragan. De los diarios de Andrés Trapiello, esa novela en marcha que es el Salón de los pasos perdidos, suele elogiarse su extensión y también su pretensión: un proyecto descomunal, incomparable con la mayoría de la narrativa contemporánea en español, una empresa a la altura de los clásicos. Algo de todo esto, por supuesto, hay en estas confesiones recreadas en primera persona, donde el escritor leonés nos cuenta a todos mientras se cuenta a sí mismo. Entre la selecta minoría (el número, dijo Borges acerca de la democracia, sólo es un abuso de la estadística) que profesa devoción por estos lances capaces de fundar su propio calendario, y con los que Trapiello hace girar la veleta de sus días –el tornillo de Arquímedes, lo llama en su discreto prólogo– causa una curiosidad, que en el fondo es malevolencia, los episodios y puyas que dedica a figuras, personajes, costumbres y rituales del gremio de las letras oficiales, al que siempre le costó mucho entender el verso suelto que representa el escritor leonés. 

Las Disidencias en Letra Global.

Kurt Vonnegut, confesiones epistolares

carlosmarmol · 12 mayo, 2023 ·

Ahora que ya nadie escribe cartas, y que las redes sociales han convertido la intimidad en un producto de saldo en el mercado de la atención –el mensaje carece de importancia si congrega a una audiencia a la que pueda vendérsele algo o ser vendida; o ambas cosas–, publicar un volumen de medio centenar de páginas que reúne epístolas redactadas hace ocho décadas se antoja una empresa bizantina y, por supuesto, ruinosa. Salvo que la iniciativa –en este caso el mérito es del sello Ediciones B– se tome como un sanísimo gesto de rebeldía. ¿Que ya nadie escribe cartas? Pues aquí tenéis ración de sobra. ¡Mirad, así se comunicaba la gente hasta hace sólo dos décadas: poniendo sus pensamientos e impresiones en un papel! Es curioso, pero muchos rastros del mundo de ayer (mismo) se han convertido, debido a la súbita aceleración del tiempo que exige la dictadura digital, en pura arqueología. Quienes lo vivimos, lo sabemos bien: entre el momento de la escritura de una epístola y su lectura –hasta en el caso del servicio postal estadounidense, que es toda una institución– podían transcurrir semanas, a veces meses, sin que ni el emisor ni el destinatario tuvieran ninguna prisa por recibir una respuesta. Todo lo contrario que ahora. 

Las Disidencias en Letra Global.

‘Sabiduría Welles’

carlosmarmol · 5 mayo, 2023 ·

“Nunca en mi vida me he subido a un tren sin que mi espíritu se animara”. La sensación de felicidad, y al mismo tiempo de vértigo, que acompaña desde el origen de los tiempos a los marineros o a los viajeros espirituales es el viento que gobernó las velas de la prolífica, seductora y colosal carrera de Orson Welles. Fue uno y cientos otros al mismo tiempo. Cualquier definición sobre su figura se antoja limitada e inexacta. Por eso es pertinente preguntarse: ¿Quién era exactamente? Sabemos –lo dicen los datos– que con 26 años debutó en Hollywood como el director (novato) de Citizen Kane, la gran película norteamericana moderna. Una obra maestra sobre la verdad y la mentira, el poder y la pérdida.A la edad en la que muchos están concluyendo sus estudios en la universidad nuestro hombre, antecedente del personaje y sustrato del mito, había sido portada en la revista Time. Estados Unidos lo había descubierto oyéndole narrar sus pesadillas y terrores.

Las Disidencias en Letra Global.

Bob Dylan y el arca de las maravillas

carlosmarmol · 28 abril, 2023 ·

La palabra que mejor resume lo que sucedió ese día –el 16 de junio de 1965 en el Estudio A de Columbia Records en Nueva York– es epifanía, aunque también cabría calificar ese mismo instante, que duró exactamente seis minutos y treinta y cuatro segundos– como un milagro súbito. Algo así como la presencia repentina de un espíritu incorpóreo venido desde otra dimensión. La magia de lo inesperado o, por decirlo en los términos gamberros de Bob Johnston, productor de discos míticos de Johnny Cash y Leonard Cohen, el momento en el que ves a Dios dándole una patada en el culo a Bob Dylan, ese judío de Hibbing (Minnesota) que hasta unos años antes vestía como un vagabundo y que ahora parecía tener la misma edad del tiempo, a pesar de recordar a Arthur Rimbaud con una guitarra y una armónica.  Alguien suficientemente huraño y obstinadamente hermético como para no hablar con sus músicos y que daba la impresión de no venir de ningún sitio y no querer ir a parte alguna. No le hacía falta moverse mucho: estaba en el sitio adecuado. Pisaba firme sobre la lápida de una tradición venerable y anónima –la confluencia de la música folk, el blues y el country– pero miraba, cual Jesucristo en la cruz del Gólgota, al cielo. Usaba su propia brújula y navegaba en busca del horizonte. 

Las Disidencias en Letra Global.

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Ilustraciones: Daniel Rosell