• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
carlosmarmol.es

carlosmarmol.es

Periodismo Indie

  • Inicio
  • Biografía
  • Periodismo
    • El Correo de Andalucía
    • Diario de Sevilla
    • El Mundo
    • Crónica Global
    • La Vanguardia
  • Literatura
    • Libros
    • Revistas
  • Filología
    • La retórica del prosaísmo
    • Academia
  • Dirección Editorial
    • Letra Global
    • Revista de Occidente
    • Orpheus
    • Geographica
  • Bitácoras
    • Disidencias
    • Cuadernos del Sur
    • Los Aguafuertes
    • Las Tribunas
    • Crónicas Indígenas
    • La Noria
    • Cuadernos Apátridas
  • Contacto
  • Show Search
Hide Search

Literatura

La civilización del séptimo mandamiento o el suicidio (triunfal) del capitalismo

carlosmarmol · 8 septiembre, 2024 ·

“Al contemplar la paz, veo las mercancías que circulan, los bailes, las casas que se levantan, los viñedos y las tierras que se cultivan, las siembras, los baños, las cabalgatas, las doncellas que celebran nupcias, los rebaños de ovejas…Y veo a hombres ahorcados para mantener la Santa Justicia”. Bernardino de Siena, fraile franciscano y maestro del sermón medieval, describía así la imagen (ideal) de la Europa de 1425, donde la religión cristiana convivía con los inicios de la era comercial. La historia de la humanidad, igual que la vida de cualquiera de nosotros, se desarrolla en ciclos. Lo que sucedió entonces todavía persiste; lo que pasa ahora ya ocurrió (de otra forma) mucho antes. El devenir no es un hecho lineal, sino una recurrencia circular, igual que las esferas de los planetas en el universo. Si no somos capaces de reconocer por completo el cuadro –igual que los navegantes antiguos ignoraban qué había más allá del horizonte, dado que a sus ojos la Tierra era plana– se debe a que la progresión del tiempo histórico sobrepasa los estrictos límites de cualquier vida. Vemos el acto, pero desconocemos los significados y los quiebros de la obra. De ahí que no vayamos a entender nunca el presente sin mirar –a fondo– al pretérito, lo mismo que somos incapaces de descifrar una frase si no vislumbramos su extensión: la suma del sujeto, el verbo y los predicados.

Las Disidencias en Letra Global.

Willy Loman: 75 años de un viajante (in)mortal

carlosmarmol · 7 septiembre, 2024 ·

Un drama familiar con un aire inequívocamente burgués sobre el calamitoso derrumbe de las grandes esperanzas, atravesado por el pecado bíblico del adulterio. La primera impresión que debió dejar Muerte de un viajante, la obra maestra de Arthur Miller (1915-2005), a los espectadores que acudieron a ver su estreno en el Teatro Morosco de Broadway (Nueva York) la tarde del 10 de febrero de 1940, dirigido por Elia Kazan, hace tres cuartos de siglo, fue la contemplar una cruel parodia sobre la vida sobre un hombre vulgar, incapaz de enfrentarse con la realidad. La pieza fue contratada durante ochocientas funciones y estuvo dos años ininterrumpidos en cartel. Un éxito colosal para tratarse de una historia muy simple sobre un individuo al que el destino hace picadillo. Nada que no suceda en todos sitios todos los días. La obra, que se había testado días antes en Filadelfia, causó asombro y provocó una hondísima impresión.

Las Disidencias en The Objective.

G.K. Chesterton: discutir de teología sin que lo parezca

carlosmarmol · 31 agosto, 2024 ·

“Nuestra democracia tiene una sola falta grave: que no es democrática”. Nadie practicó mejor que G.K. Chesterton, el ingenioso escritor inglés al que leer equivale a ver el cielo cargado de estrellas en una hermosa noche de verano, la retórica –deslumbrante– de las paradojas. Escribió mucho (era periodista, no estaba delgado y practicaba las pasiones de la carne, como todo católico que se precie de serlo) y, en general, lo hizo de forma deslumbrante, pues no es una tarea menor ni sencilla –diríamos que se antoja milagrosa– combinar el humor y la ironía (made in England) con la severa profundidad de la teología. Fieramente independiente y convencido al mismo tiempo de sus creencias, Chesterton es una máquina de pensar que nunca renuncia a deleitarnos con esa forma de comicidad característica de los hombres sabios con los que se podrá estar o no de acuerdo, pero que, sin embargo, merecen nuestra atención.

Las Disidencias en The Objective.

Ernst Jünger: radiaciones, meditaciones y la mística sagrada de la guerra

carlosmarmol · 30 agosto, 2024 ·

En la figura pública de Ernst Jünger (1895-1998), igual que sucede en los cauces de los ríos, confluyen muchas aguas de distintas procedencias y orígenes contradictorios, provocando al mezclarse remolinos de incomprensión. Fue, sin duda, uno de los mejores pensadores de la Alemania de su tiempo. También un escritor que escribió en contra de la democracia, el liberalismo y en favor del nacionalismo. Participó en las dos guerras mundiales como soldado y mató a hombres. Paradójicamente, cuando Hitler –“ese diablo mezquino, enclenque y meláncolico”– ascendió al poder, tras la caída de la República de Weimar, poseyendo todos los atributos necesarios para convertirse en un referente intelectual del régimen, prefirió rechazar sus ofertas políticas, mantenerse libre y censurar moralmente al nazismo. ¿Por qué? Es difícil de explicar. Jünger intentó hacerlo a través de sus diarios, que son una de las obras maestras de la literatura memorialística europea.

Las Disidencias en Letra Global.

Churchill y los secretos de la ‘Operación Overlord’

carlosmarmol · 29 agosto, 2024 ·

En sus disquisiciones sobre arte poética –seis conferencias pronunciadas ante los académicos de Harvard durante los dos años de la era de acuario–, Jorge Luis Borges afirmó, con una seguridad pasmosa, que “a pesar de que la vida de un hombre se componga de miles y miles de momentos y días, esos muchos instantes y esos muchos días pueden ser reducidos a uno solo: el momento en el que un hombre averigua quién es”. El escritor argentino se refería a esa hora, soberbia y trágica, en la que un individuo cualquiera, sea noble o vulgar, se enfrenta cara a cara, de una vez y para siempre, con su verdadera imagen. Descubre entonces exactamente cómo será recordado o si su rostro tendrá las facciones del olvido. Y comprende que ya nunca podrá alterar ese instante definitivo, por usar el concepto de Cartier-Bresson. Para Sir Winston Churchill (1874-1965), el premier británico que condujo al Reino Unido desde la soledad ante el horror nazi hasta la victoria definitiva en la Segunda Guerra Mundial, descendiente de John Churchill –primer duque de Marlborough (siglo XVIII)–, tenaz fumador de habanos (su afición por el tabaco mereció el alto honor de dar nombre a una vitola propia), esta confluencia de coordenadas –una fecha exacta en el calendario, a una hora concreta, en un sitio preciso– probablemente sucedió el 6 de junio de 1944, que es la fecha en la que tuvo lugar la Operación Overlord.

Las Disidencias en The Objective.

  • « Ir a la página anterior
  • Ir a la página 1
  • Páginas intermedias omitidas …
  • Ir a la página 19
  • Ir a la página 20
  • Ir a la página 21
  • Ir a la página 22
  • Ir a la página 23
  • Páginas intermedias omitidas …
  • Ir a la página 133
  • Ir a la página siguiente »

carlosmarmol.es

Copyright © 2025

Linkedin | Medium | Academia | Twitter

Soundcloud | Pinterest | Youtube

Ilustraciones: Daniel Rosell