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Política

El eje Santiago-Sevilla

carlosmarmol · 17 julio, 2020 · Deja un comentario

La soledad, en política, se considera un defecto. Quizás sea porque, como escribió Bécquer, es  el último territorio de la conciencia, donde las mentiras, sobre todo si son piadosas, no encuentran sustento. Para prosperar en la vida pública conviene atraer a las multitudes y no contrariar a los jefes de escuadra, siempre inquietos ante cualquier reunión –en tiempos del tardofranquismo se usaba el término contubernio– de más de dos personas. “Circulen, no me hagan grupos”, solía decirse entonces. En el PP de Casado, que es el del neoaznarismo, no termina de agradar que alguien vaya por libre. Si lo hacen dos, ya se considera un problema. Las elecciones en Galicia y Euskadi, las primeras celebradas en estos tiempos de pandemia, parecen alumbrar un poder emergente en el seno del principal partido de la oposición. Si bien se trata de una corriente escasamente rebelde, y que evita el enfrentamiento directo con la actual dirección, intenta articular una alternativa al casadismo y al cayetanismo reinantes. Procede de las instituciones, pero aspira a influir en el frente orgánico. Es el eje Santiago-Sevilla.

Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.

Por mi viróloga, mato

carlosmarmol · 17 julio, 2020 · Deja un comentario

Cuando ustedes, queridos indígenas, lean este artículo, en la Marisma ya se habrá implantado -por decreto de la autoridad competente, escabechista, por supuesto- el uso obligatorio de la mascarilla, ese objeto de deseo durante tantos meses que, si bien no puede a impedir por completo que el coronavirus les afecte, al menos sirve para tranquilizar las conciencias de determinados políticos, que primero relativizaron la pandemia, después nos mintieron -«estamos preparados»-, más tarde jugaron con las cifras de los santos difuntos y, por último, insisten una y otra vez en que la República Indígena es «segurísima» y que los veladores de los bares «son una industria», pero, por si acaso no fuera así, mejor que todo el mundo se cubra boca y nariz. Ya. De los ojos, por supuesto, no dicen nada. Son gente fiable. Mientras entramos en este ballo in maschera, resulta que el abate Bendodo y Cornejo, alto intelectual del susanato (en sus últimos días), se entretienen diciéndose cosas.

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

Europa ya no nos quiere

carlosmarmol · 13 julio, 2020 · Deja un comentario

El signo de estos tiempos está marcado por las rebeliones (virtuales o reales, da lo mismo, porque las cosas no son lo que son, sino como nos parecen) de determinadas minorías frente a las mayorías y a ciertos símbolos tradicionales. Las causas, por supuesto, son instrumentales. Lo que palpita bajo este fenómeno, como siempre, es una pugna por el poder y la relevancia cultural. Una guerra formulada en términos antagónicos, donde hasta el interés general –ese patrimonio compartido por todos, incluidos los contendientes– es sacrificado si es necesario para conseguir la victoria. Persuadir, según este paradigma, es cosa de tibios. Se trata de vencer, incluso de aniquilar. Volver a escribir a capricho la Historia, derribar estatuas e instaurar una nueva moralidad, no precisamente benéfica. A su manera, el virus de esta rebelión contra el sistema –que pretende la ocupación de su cúspide, más que su sustitución– ha colocado a la Unión Europea en una situación de crisis de identidad que puede frustrar un hermoso proyecto fundado sobre la concordia. Hace mucho tiempo que las instituciones europeas reaccionan tarde, mal o se inhiben ante problemas capitales. En política los espacios vacíos se ocupan. La incomparecencia nunca es neutra. Tiene costes. El primero ya lo tenemos sobre la mesa: el riesgo cierto de una fractura de la propia idea de Europa, que conceptualmente surgió al amparo del interés comercial para federalizar las relaciones, no siempre pacíficas, entre sus naciones. El peligro real es regresar al origen, pero sin esperanza: consolidar una Unión Europea​ asimétrica donde, en vez de relaciones políticas, los vínculos sean de rentabilidad. Una Europa de todos frente a otra divergente.

Los Aguafuertes en Crónica Global.

Una democracia sin moral

carlosmarmol · 12 julio, 2020 · Deja un comentario

Los grandes escritores moralistas, desde la tradición francesa que comienza en el siglo XVII y termina con la Ilustración, hasta los momentos contemporáneos, que no son exactamente los presentes, sino los que dieron forma a nuestro pasado más inmediato, gozan de una injusta consideración en la era fragmentaria y líquida de la posmodernidad. Se les tiene por anacrónicos. Aún más: como voluntariosos dogmáticos, aunque el significado de ambos adjetivos no tenga ningún sentido cuando se enuncia desde el cómodo sofá del relativismo, que sustituye el pensamiento por el interés partidario. La democracia española, esa imperfecta hija de la Transición, resultado de una reforma política hecha desde arriba hacia abajo, y que se cuidó de no convertirse en ruptura, vive, más de cuatro décadas después de su instauración, una crisis cultural sistémica. ¿Por qué Hay un relato al respecto, construido desde dentro, que describe la coyuntura actual como un un cuento de guerra: el castillo democrático, tal y como lo conocemos, estaría siendo objeto de un ataque liderado por los nacionalismos y los nuevos populismos, en apariencia de perfil antagónico pero semejantes en sus formas retóricas y sus actos políticos.

Las Disidencias en #LetraGlobal.

El fin del equilibrismo

carlosmarmol · 11 julio, 2020 · Deja un comentario

Las desgracias se parecen mucho a las puñaladas. De entrada, no se sienten; después, te matan con retardo. La ruina que le espera a la Marisma con el coronavirus es como un iceberg: atisbamos la superficie; pero sabemos que lo peor está oculto bajo el agua. Fíjense ustedes, queridos indígenas, cómo será el tamaño del desastre que hasta el Reverendísimo, que es un tipo cauto y prudente, ha confesado esta semana: “A partir de septiembre  Andalucía vivirá la peor crisis social y económica de toda su historia”. Cabe preguntarse las razones por las cuales Il Presidentino sitúa dentro de dos meses el gran batacazo. ¿Acaso es que la desgracia coge vacaciones? Como esta hipótesis es improbable, sólo cabe pensar que quienes sí van a tomarse una libranza (relativa) antes del terremoto son nuestros próceres. Hasta entonces, según todos los indicios, no se va a tomar ninguna decisión drástica, salvo que los rebrotes –contamos con diecisiete resurrecciones del bicho, en Granada y Málaga especialmente, pero también en Cádiz, Huelva y Almería– obliguen al Quirinale a tragarse el optimismo (interesado) de estos últimos meses y acepte al fin la evidencia: volveremos al confinamiento preventivo, aunque se decrete por zonas y desde las instituciones se evite dar la sensación de que la situación no está controlada.

Las Crónicas Indígenas en El Mundo.

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Ilustraciones: Daniel Rosell